Doce meses de reconocimientos para un hombre que dejó huella

Jose María Hernández

Hoy se cumple un año desde el repentino fallecimiento de José María Hernández, presidente de la Diputación de Palencia.
Han sido doce meses en los que la figura del político ha estado muy presente por la huella que dejó en el conjunto de la sociedad palentina.
Homenajes, reconocimientos, actos y palabras cargados de cariño y respeto, el que se ganó durante los muchos años de trabajo por y para los ciudadanos. Los palentinos siempre le estarán agradecidos por su entrega, en cuerpo y alma, a esta provincia; algo que ya demostraron el mismo día de su muerte.
El 16 de febrero, el Pleno de la Diputación aprobaba por unanimidad la concesión de la Medalla de Oro de la Provincia a título póstumo a José María Hernández, en reconocimiento a su eficacia en la gestión, desprendimiento y generosidad en beneficio de la provincia palentina.
En aquella sesión, que se abrió con un sentido minuto de silencio, las palabras dedicadas por los portavoces de los partidos con representación en la Diputación coincidían en destacar la figura del presidente y su dedicación a la sociedad.  El representante del Grupo Popular, Mario Granda, destacaba de Hernández su gran preocupación por las personas y reconocía que impregnó a la Institución de un sentido social y una atención personalizada que él se comprometió a mantener.
El portavoz socialista, Jesús Guerrero, calificaba el fallecimiento de José María Hernández de «un pérdida humana y política muy grande», al tiempo que destacó que la concesión de la Medalla de Oro de la Provincia «le hace justicia por su trabajo, dedicación y constancia».
Félix Iglesias, portavoz de Izquierda Unida, apuntaba a la «vocación de servicio público» que caracterizaba a Hernández.
Al concluir el pleno, los tres portavoces depositaban en el féretro la Medalla de Oro de la Provincia acompañados por el resto de miembros de la Corporación, así como por el presidente popular de Palencia, Carlos Fernández Carriedo; el alcalde de la ciudad, Alfonso Polanco, y otros representantes institucionales, diputados y senadores del PP.
A su conclusión se procedía a abrir la capilla ardiente en el Palacio Provincial, donde permaneció instalada hasta el día siguiente. Por allí pasaron miles y miles de personas llegadas desde distintos puntos de Palencia, así como representantes de todas las Administraciones, partidos, sindicatos, organizaciones y asociaciones de ámbitos como la cultura y el deporte. Sin duda, fueron momentos duros, cargados de emoción y sentimiento que reflejaban la importante pérdida que suponía para el conjunto de la ciudadanía.
Palencia se despedía de José María Hernández el 17 de febrero en un multitudinario funeral celebrado en la Catedral de Palencia al que asistieron unas 4.000 personas y en el que el entonces obispo de Palencia, Esteban Escudero, destacaba que la vida de José María Hernández estuvo caracterizada «por un servicio a los demás como político y como hombre de bien».
Tras la concesión de la Medalla de Oro de la Provincia, el siguiente reconocimiento vino de nuevo de la mano de la Diputación Provincial con la inauguración de la Unidad de Convivencia José María Hernández en la Residencia de San Telmo.
En la inauguración estuvieron su viuda, María Antonia Pardo, y la entonces consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, ahora de Agricultura, Milagros Marcos, y la que tómo las riendas de la Diputación, Ana María Asenjo, entre otras autoridades.
Se quiso rendir un pequeño homenaje a la figura del presidente fallecido y que fuera un reconocimiento a su compromiso con los servicios sociales en esta provincia.
Uno de los homenajes más hermosos que se ha rendido en este tiempo a José María Hernández ha sido el de la escultura realizada por diez artistas de Muriel ubicada en la Senda de Ursi.
Ni su localización ni sus autores fueron fruto de la casualidad.
La obra colectiva Un árbol para un sueño busca reconocer el apoyo que el malogrado presidente prestó al Grupo Muriel, además de promocionar la Montaña Palentina a la que Hernández siempre estuvo muy ligado, muy en concreto la Senda de Ursi.
La ubicación de la pieza está a la entrada de la senda, en el término municipal de Villabellaco, en un punto desde el que se puede ver la tumba de Ursi y divisar Villavega de Aguilar, localidad en la que José María Hernández pasaba sus días de descanso.
Además, fue uno de los impulsores de la senda en 2007, días después de la muerte de Ursicino Martínez. Hernández, entonces delegado territorial de la Junta de Castilla y León en Palencia y Alberto Rodríguez Lechón (presidente de Muriel), entre otros, decidieron el recorrido de la Senda de Ursi.

José María Hernández en Fuentes de Valdepero visitando los alrededores del castillo, acondicionados por la Diputación de Palencia


Los reconocimientos en el medio rural se extendieron a lo largo y ancho de la provincia. Así, el Ayuntamiento de Amusco aprovechó la remodelación de una plaza para instalar una escultura en memoria del presidente fallecido.
Fue también protagonista en la Fiesta de la Trilla. El 8 de agosto, en la localidad de Castrillo de Villavega, la ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina,  imponía a la viuda de Hernández el Trillo de Oro con el que la organización de la fiesta reconoce a título póstumo la defensa que hizo José María Hernández del medio rural.
La ministra aseguró que Hernández era «un gran amante de esta tierra por lo que es un merecidísimo reconocimiento a su trabajo y a la gran persona que era», al tiempo que destacó «su vinculación a esta tierra» y «su entrega» a la provincia.
Precisamente, esa estrecha relación que siempre tuvo con los pueblos palentinos es lo que llevó a que Hernández fuera uno de los protagonistas del Día de la Provincia celebrado en la localidad de Torquemada. Esta jornada de exaltación de los municipios no podía dejar pasar la oportunidad de agradecer al malogrado presidente su defensa del medio rural y los regidores homenajeados quisieron tener un recuerdo para el que fue, y así muchos lo consideraban, su amigo.
La presidenta de la Diputación también aprovechó la ocasión para dedicar unas palabras a su predecesor: «Me vais a permitir que recuerde al alcalde de alcaldes que nos ha dejado, a José María Hernández. Chema, gracias».
No hay que olvidar que uno de los empeños de Hernández fue reconocer la labor desinteresada que realiza cada uno de los concejales de esta tierra, de ahí la importancia que daba a una jornada como el Día de la Provincia.
Uno de los últimos reconocimientos recibidos fue el Premio Especial Relevancia de la Cámara de Comercio por su continua labor de ayuda a las empresas palentinas y a otros colectivos sociales.
Se han celebrado decenas de actos estos últimos meses en los que la figura del fallecido presidente ha estado presente. Su actitud, trabajo y enorme dedicación para con los palentinos ha dejado un poso difícil de olvidar, de ahí que todavía sean muchos los reconocimientos que le resten.

Fuente: www.diariopalentino.es